
El viajero dedicó una mañana a hacer una de las cosas que másd le gustan: senderismo. pero un senderismo especial, a lo largo de la Vía Apia.Esta era uno de los principales caminos que comunicaban Roma con todo el Imperio. Empecé a andar junto a las catacumbas. Fue extraordinario. Imaginaos una calzada romana, en la que todavía existe la summa costra ( las piedras que la cubrían).

A lo largo de varios kms, a un lado y a otro de la via, los mausoleos romanos...Sólo se podía enterrar a las afueras de la ciudad, a lo largo de las vías....

La tumba de Cecilia Metella,la de Rómulo, el mausoleo de los Curiáceos, el circo de Magencio, el campo del Bove,

estelas funerarias, tumbas, cenotafios, acueductos...todo ello, entre verdes praderas e hileras de pinos y cipreses...

Caminar por la via Appia Antica, enviciaba como las pipas...un km, y otro, y otro...Al final me alejé tanto que al volver la vista atrás vi que el regreso se me haría fatigoso...

Menos mal que encontré una parada de autobús que me llevó a las afueras de Roma, donde pude conectar con el metro que me dejó de nuevo en el centro de la ciudad..
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